El Diario Oficial de Extremadura publica en su edición de hoy el decreto de adquisición, a efectos de expropiación forzosa, de los terrenos donde está ubicado el yacimiento arqueológico «Casas del Turuñuelo», situado dentro de nuestro término municipal.
Dicho decreto, aprobado el pasado miércoles por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, y promovido por la Consejería de Cultura, además de declarar esta adquisición como «bien de interés social», considera, de forma urgente, la ocupación de los bienes afectados y la adquisición de los derechos necesarios para posibilitar la contemplación de este Bien de Interés Cultural, facilitar su conservación, eliminar las circunstancias que atentan contra sus valores o seguridad del mismo y garantizar un uso compatible con sus valores.
Este yacimiento es uno de los escasos vestigios que se conservan como testimonio de la ocupación del valle medio del Guadiana en el siglo V aC, que contiene construcciones monumentales, construidas en tierra, de gran riqueza arquitectónica y material, que fueron muy afectadas por las labores de aterrazamiento y reparcelación, que, vinculadas al Plan Badajoz, se desarrollaron en los años 50 del siglo pasado, pues muchas fueron destruidas, dice el texto del decreto.
Las intervenciones arqueológicas en dicho yacimiento han revelado la importancia histórica y arqueológica del enclave y su excepcional estado de conservación, tanto por lo que respecta a su arquitectura como a la riqueza de los materiales recuperados, permitiendo documentar técnicas constructivas hasta ahora desconocidas para la cultura tartésica, muchas de ellas atribuidas a épocas posteriores. Sin embargo, las actuaciones llevadas a cabo en el enclave y el tiempo transcurrido desde los descubrimientos también han evidenciado la vulnerabilidad de las estructuras y materiales que lo constituyen.
Además, se señala que como consecuencia de un sondeo arqueológico, llevado a cabo en el túmulo del yacimiento por el Instituto de Arqueología de Mérida en 2014, que reveló la presencia de un imponente edificio de época tartésica, se propuso comenzar un proyecto sistemático de investigación. A partir de ahí, los cuatro proyectos de investigación que se han impulsado en torno al conjunto arqueológico, y las tres campañas de excavación arqueológica, desarrolladas a lo largo de 2016, 2017 y 2018, han dado los impresionantes resultados obtenidos, que han tenido una gran repercusión en foros y publicaciones científicas especializadas a nivel nacional e internacional. Los trabajos en el conjunto arqueológico han sido además ampliamente difundidos desde el proyecto “Construyendo Tarteso” y han generado una gran expectación entre la ciudadanía, según se menciona.
A su vez, a este extremo se llega después de las infructuosas negociaciones llevadas a cabo con la propiedad para la adquisición de dichos terrenos y su negativa durante varios años a facilitar el acceso para realizar tareas de investigación, conservación y mantenimiento del mismo, a lo que hay que añadir los graves daños producidos por las filtraciones de las aguas de lluvias que, en estos últimos años, han supuesto la destrucción de pavimentos y muros, que han acelerado el deterioro del mismo y de algunos de sus restos más valiosos, como parte del sacrificio de animales o los revestimientos decorativos de los muros del edificio. El yacimiento además ha sufrido alguna acción vandálica que ha producido daños en la cubierta que lo protege.
Estas circunstancias son las que determinan la necesidad de actuar de forma perentoria con fin de asegurar la conservación del yacimiento promoviendo acciones de conservación, pero también de asegurar la protección de la Zona Arqueológica, evitando que sufra actividades de expolio o vandalismo y de adecuar el área arqueológica para garantizar la seguridad, termina la nota del ejecutivo extremeño.