Este lunes, a partir de las 18:30hrs, tiene lugar la presentación y puesta de largo de las nuevas instalaciones de la Biblioteca Municipal ‘Eugenio Frutos’ situadas en el edificio de la antigua cámara agraria de la calle Cuatro Esquinas, un edificio que hasta 2016 era propiedad de la Junta de Extremadura, pero que cedió al ayuntamiento incrementando al mismo tiempo el patrimonio municipal.
En el acto de inauguración estarán presentes el Presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, la secretaria General de Cultura de la Junta de Extremadura, Miriam García Cabezas, el Alcalde de Guareña, Abel González Ramiro, y la encargada de la Biblioteca Eulalia Cortés Retamar.
En dicho acto, además de las intervenciones de los asistentes, tendrán un principal protagonismo los diferentes clubes de lectura de la biblioteca, se proyectará un vídeo de como ha sido su construcción, además de pasear por las diferentes dependencias de la misma.
Cabe recordar que con este traslado, es la cuarta sede por la que ha pasado la biblioteca tras su puesta en marcha en diciembre del año 1982, en la planta baja del consistorio. En año 1989, se instaló en la calle Grande para regresar en 1995, tras una ampliación, de nuevo al ayuntamiento. Ya en 2001 se trasladó a la que ha sido su sede hasta ahora en el Centro Cultural, ocupando tres salas del mismo.
En su construcción, que ha constado de varias fases, han intervenido Javier Rebollo Cillán, como arquitecto, Pedro Pablo Romero Moreno, como arquitecto técnico y Magín Mesón, como ingeniero industrial. El resultado final ha sido concebir una biblioteca de futuro gracias a las inversiones procedentes de Diputación de Badajoz, Junta de Extremadura y aportaciones del fondo municipal. «En su conjunto estas instalaciones van a aportar la calidad que merece un pueblo como el de Guareña y que servirá de contrapartida al esfuerzo que se exige a los gobernantes. Al mismo tiempo, se establece el deseo de que estas obras contribuyan a que la nueva biblioteca camine hacia buen puerto y amarre en él», según palabras de la encargada de la Biblioteca Lali Cortés.
En cuanto a las nuevas instalaciones, se trata de un espacio nuevo y moderno que integra su fondo general con la biblioteca infantil–juvenil, el fondo extremeño y la sección local. Un total de catorce mil volúmenes y bajo una superficie cuadricular de 410 metros cuadrados en su planta alta, frente a los 236 actuales, que se exponen para atender las necesidades y disfrute de todo el que la visite. Este cambio va a suponer una forma diferente de trabajo en cuanto se comience la incorporación del préstamo digital a través del proyecto Nubeteca, que han iniciado la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y la diputación pacense.
En ella, se dispone aparte del eje central, dos salas, una para los clubes de lectura, taller de escritura, encuentros y cualquier tipo de actividad relacionada con la lectura, y otra sala de estudio y trabajos. Sesenta asientos, cinco puntos de acceso a internet y zona wiffi, además de un amplio fondo que se va renovando constantemente con obras de actualidad y las solicitudes que provenientes de los usuarios y que se creen convenientes desde el servicio bibliotecario, según nota remitida a esta redacción.
En lo que respecta a la planta baja del edificio, la biblioteca va a incorporar los fondos del bibliófilo extremeño Ricardo Hernández Megías, que cuenta con documentación y obras de los siglos XIX y XX principalmente. Esta biblioteca la forman varios miles de ejemplares, la mayoría obras de autores extremeños, y que incluyen poesía, teatro, libros de viaje e historia principalmente y que se irán ordenando y clasificando para estar al alcance de estudiosos e investigadores. A su lado otra biblioteca, la de Jesús Gómez Romero de fondo científico especialmente. Ambas completarán el espacio dispuesto para tal fin, de tal forma, que en lo sucesivo, la biblioteca se verá obligada a no recibir más fondos procedentes de donación, hasta no conocer de antemano su contenido, expone.
Al mismo tiempo, en la misma planta se encuentra un archivo de alta capacidad para la conservación de obras que han sido descatalogadas por razones tales como la obsolescencia, duplicidad, y deterioro. Muchos de estos títulos serán dados de baja y se destinarán a donaciones, ventas u otras actividades